Eliminación de tatuajes
El tratamiento con láser es la forma más cómoda y eficaz de eliminar tatuajes sin someterse a cirugía y, por tanto, sin que queden marcas o cicatrices.
Consiste en aplicar un láser que, al penetrar la piel del paciente, se transforma en calor al ser absorbido por los pigmentos del tatuaje. Este calor rompe el pigmento en pedazos más pequeños, facilitando al organismo los elimine progresivamente. Se puede generar una pequeña costra superficial, que cae a los pocos días.
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¿Duele?
La molestia depende de: tamaño, el color y la profundidad del tatuaje. Se aplica una anestesia local, que minimiza cualquier molestia.
¿Cuántas sesiones debo hacerme?
El tratamiento completo se lleva a cabo a lo largo de varias sesiones de entre 15 y 30 minutos de duración, tras las cuales el paciente puede volver inmediatamente a su actividad normal.
En cada paciente dependiendo de la antigüedad y la profundidad del tatuaje, el color de los pigmentos y su uniformidad, así como del tipo de piel y de la zona a tratar.
Los resultados empiezan a notarse desde la primera sesión: el tatuaje se va desvaneciendo y desdibujando progresivamente.
¿Cada cuánto son las sesiones?
Las sesiones suelen espaciarse desde 6 semanas hasta 2 y 3 meses. Esta frecuencia asegura que la piel se recupere entre sesiones.